PRIMEROS AUXILIOS: 2024-1-23670-E2-Presencial
5.2 Problemas cardiocirculatorios
PROBLEMAS CARDIOCIRCULATORIOS
Los problemas cardiocirculatorios son muy numerosos y variados, por lo que trataremos algunos de los que necesitan atención de urgencia, como son los problemas por alteraciones de la tensión arterial y los problemas coronarios.
Alteraciones de la tensión arterial
La tensión arterial se define como la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias, y se representa por dos valores: la tensión sistólica y la tensión diastólica.
Cuando el corazón está bombeando sangre hacia las arterias, la tensión está en el nivel más elevado (tensión sistólica), mientras que cuando el corazón se relaja para volver a llenarse de sangre en la diástole, la tensión arterial disminuye (tensión diastólica).
Se pueden considerar normales valores de tensión arterial de 120/80 mmHg, siendo el primer valor la tensión sistólica, y el segundo la diastólica.
Las alteraciones de la tensión arterial se pueden producir al subir o bajar aquella por encima o debajo, respectivamente, de los valores mencionados.
Veamos qué situaciones de emergencia se pueden producir en cada uno de estos casos.
Hipotensión arterial
La hipotensión arterial es la situación que se produce cuando la tensión arterial cae a valores de 90/60 mmHg o menos.
La tensión arterial puede estar baja en todo momento en algunas personas, no presentando síntomas.
Sin embargo, cuando el descenso se produce por situaciones como deshidratación, hemorragia, situación estresante, exceso de calor, ataque cardíaco, etc., aparecen síntomas que pueden ser de diversa consideración como mareos, desmayos (lipotimia) o síncope y, en casos extremos, shock, situación que ocurre cuando no llega suficiente sangre y oxígeno a órganos y tejidos, lo que ocasiona una pérdida de conocimiento y una alteración grave de las constantes vitales como pulso y tensión arterial.
En el siguiente cuadro se comparan los síntomas de la hipotensión y los del shock, para poder diferenciar un proceso leve de uno grave, aunque algunos pueden ser comunes:
HIPOTENSIÓN
SHOCK
- Confusión, mareo, vértigo
- Desmayo
- Somnolencia
- Visión borrosa
- Debilidad
- Confusión, mareo, vértigo
- Desmayo
- Ansiedad, agitación, inquietud
- Labios y uñas azulados
- Dolor torácico
- Piel pálida, fría y pegajosa
- Pérdida o ausencia del gasto urinario
- Sudoración profusa, piel húmeda
- Pulso rápido pero débil
- Respiración superficial
La hipotensión en una persona sana no precisa de tratamiento, sino tan solo la adopción de unos cuidados básicos para procurar que la persona afectada se recupere:
– Intentar evitar la causa que origina la hipotensión, por ejemplo, deshidratación, hipoglucemia o exceso de calor; de esta manera, la toma de un simple vaso de agua fresca o de un líquido azucarado va a aliviar muchos de estos cuadros. Por supuesto, la persona debe estar plenamente consciente para evitar atragantamientos.
– Sentarse o tumbarse para evitar una caída y sus consecuencias (traumatismos). En algunos casos puede ser de gran ayuda la adopción de la postura anti-shock, como estar tumbado con las piernas elevadas.
– Si no se observa mejoría en unos minutos, entonces será preciso buscar ayuda médica.
En el caso de que la hipotensión sea provocada por alguna enfermedad o tratamiento, hay que actuar en ese sentido, tratando la enfermedad o revisando el tratamiento.
Los primeros auxilios en caso de shock serían los siguientes:
– Llamar al teléfono de emergencias para solicitar ayuda inmediata.
– Revisar el estado de las vías respiratorias, la respiración y la circulación, por si fuera necesario realizar maniobras de RCP mientras llegan los servicios de emergencia.
– Si la persona está consciente y no presenta lesiones que se puedan agravar con el movimiento (lesión de cuello, columna, etc.), colocarla boca arriba con las piernas elevadas unos 30 cm, salvo que esto le provoque dolor. La cabeza no debe levantarse.
– Revisar las heridas o lesiones que pueda tener y aplicar los primeros auxilios en estos casos.
– Mantener a la persona cómoda y con la ropa estrecha aflojada.
– En caso de que la persona vomite, girar la cabeza hacia un lado para que no se ahogue, siempre que no se sospeche lesión de la columna vertebral, en cuyo caso habrá que hacerla “girar como un tronco”, manteniendo alineados cabeza, cuello y espalda.
Lo que nunca se debe hacer en caso de shock es:
– Mover a la persona si se sospecha o se sabe que hay una lesión de la columna vertebral.
– Dar al afectado comida o bebida.
– Demorar la llamada a los servicios de emergencia.
PROBLEMAS CARDIOCIRCULATORIOS
Los problemas cardiocirculatorios son muy numerosos y variados, por lo que trataremos algunos de los que necesitan atención de urgencia, como son los problemas por alteraciones de la tensión arterial y los problemas coronarios.
Alteraciones de la tensión arterial
La tensión arterial se define como la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias, y se representa por dos valores: la tensión sistólica y la tensión diastólica.
Cuando el corazón está bombeando sangre hacia las arterias, la tensión está en el nivel más elevado (tensión sistólica), mientras que cuando el corazón se relaja para volver a llenarse de sangre en la diástole, la tensión arterial disminuye (tensión diastólica).
Se pueden considerar normales valores de tensión arterial de 120/80 mmHg, siendo el primer valor la tensión sistólica, y el segundo la diastólica.
Las alteraciones de la tensión arterial se pueden producir al subir o bajar aquella por encima o debajo, respectivamente, de los valores mencionados.
Veamos qué situaciones de emergencia se pueden producir en cada uno de estos casos.
Hipotensión arterial
La hipotensión arterial es la situación que se produce cuando la tensión arterial cae a valores de 90/60 mmHg o menos.
La tensión arterial puede estar baja en todo momento en algunas personas, no presentando síntomas.
Sin embargo, cuando el descenso se produce por situaciones como deshidratación, hemorragia, situación estresante, exceso de calor, ataque cardíaco, etc., aparecen síntomas que pueden ser de diversa consideración como mareos, desmayos (lipotimia) o síncope y, en casos extremos, shock, situación que ocurre cuando no llega suficiente sangre y oxígeno a órganos y tejidos, lo que ocasiona una pérdida de conocimiento y una alteración grave de las constantes vitales como pulso y tensión arterial.
En el siguiente cuadro se comparan los síntomas de la hipotensión y los del shock, para poder diferenciar un proceso leve de uno grave, aunque algunos pueden ser comunes:
HIPOTENSIÓN
SHOCK
- Confusión, mareo, vértigo
- Desmayo
- Somnolencia
- Visión borrosa
- Debilidad
- Confusión, mareo, vértigo
- Desmayo
- Ansiedad, agitación, inquietud
- Labios y uñas azulados
- Dolor torácico
- Piel pálida, fría y pegajosa
- Pérdida o ausencia del gasto urinario
- Sudoración profusa, piel húmeda
- Pulso rápido pero débil
- Respiración superficial
La hipotensión en una persona sana no precisa de tratamiento, sino tan solo la adopción de unos cuidados básicos para procurar que la persona afectada se recupere:
– Intentar evitar la causa que origina la hipotensión, por ejemplo, deshidratación, hipoglucemia o exceso de calor; de esta manera, la toma de un simple vaso de agua fresca o de un líquido azucarado va a aliviar muchos de estos cuadros. Por supuesto, la persona debe estar plenamente consciente para evitar atragantamientos.
– Sentarse o tumbarse para evitar una caída y sus consecuencias (traumatismos). En algunos casos puede ser de gran ayuda la adopción de la postura anti-shock, como estar tumbado con las piernas elevadas.
– Si no se observa mejoría en unos minutos, entonces será preciso buscar ayuda médica.
En el caso de que la hipotensión sea provocada por alguna enfermedad o tratamiento, hay que actuar en ese sentido, tratando la enfermedad o revisando el tratamiento.
Los primeros auxilios en caso de shock serían los siguientes:
– Llamar al teléfono de emergencias para solicitar ayuda inmediata.
– Revisar el estado de las vías respiratorias, la respiración y la circulación, por si fuera necesario realizar maniobras de RCP mientras llegan los servicios de emergencia.
– Si la persona está consciente y no presenta lesiones que se puedan agravar con el movimiento (lesión de cuello, columna, etc.), colocarla boca arriba con las piernas elevadas unos 30 cm, salvo que esto le provoque dolor. La cabeza no debe levantarse.
– Revisar las heridas o lesiones que pueda tener y aplicar los primeros auxilios en estos casos.
– Mantener a la persona cómoda y con la ropa estrecha aflojada.
– En caso de que la persona vomite, girar la cabeza hacia un lado para que no se ahogue, siempre que no se sospeche lesión de la columna vertebral, en cuyo caso habrá que hacerla “girar como un tronco”, manteniendo alineados cabeza, cuello y espalda.
Lo que nunca se debe hacer en caso de shock es:
– Mover a la persona si se sospecha o se sabe que hay una lesión de la columna vertebral.
– Dar al afectado comida o bebida.
– Demorar la llamada a los servicios de emergencia.
Redes sociales