PRIMEROS AUXILIOS: 2024-1-23670-E2-Presencial
3.4 La OVACE
La OVACE
- La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño (OVACE), también conocida como atragantamiento, es un cuadro clínico bastante frecuente tanto en niños como en adultos.
- En la infancia suele producirse porque el niño, al jugar o al comer, aspira o ingiere pequeños objetos, como piezas de juegos, monedas, globos, caramelos, alimentos, etc.
- En adultos, la OVACE suele aparecer por atragantamiento en el curso de una comida, aunque también puede ocurrir por piezas dentales desprendidas, chicles, etc.
- En cualquier caso, la OVACE puede acarrear consecuencias fatales, pues al quedar obstruida la vía aérea, queda comprometido el aporte de oxígeno al organismo.
- Esto supone que la víctima de una OVACE puede llegar a sufrir un paro respiratorio, y si este no se soluciona, en pocos minutos se convierte en un paro cardiorespiratorio.
- Por supuesto, el cuadro clínico revestirá mayor gravedad cuando la obstrucción sea completa y no se consiga resolver en pocos minutos.
- Los signos y síntomas de una OVACE se pueden clasificar teniendo en cuenta la situación en la que encontramos a la víctima.
Teniendo en cuenta esto, se pueden distinguir tres casos generales:
– OVACE incompleta o parcial:
Cuando la víctima está consciente y puede hablar, pero tose y tiene dificultad respiratoria, estamos ante una OVACE incompleta.
En este caso, el individuo puede respirar e incluso hablar, pues la vía aérea es en parte permeable. De hecho, es la propia víctima quien nos informa de que se ha atragantado.
Nuestra atención se debe basar en animar a la víctima a toser, porque así es como en muchas ocasiones se libera el cuerpo extraño.
Si el individuo se agota con la tos y aun así el cuerpo extraño no ha salido, debemos ayudarle dándole palmadas en la espalda y realizando compresiones abdominales, según el procedimiento denominado maniobra de Heimlich.
– OVACE completa:
Cuando la víctima está consciente, pero no puede hablar, ni toser, con claros síntomas de estar asfixiándose, podemos considerar que se trata de una OVACE completa.
En este caso, la víctima no puede emitir sonidos, ni respirar, ni toser, y adopta una postura muy característica al sentir la asfixia, ya que se echa las manos al cuello.
La cianosis estará también presente.
En esta situación debemos proceder directamente a dar hasta cinco palmadas interescapulares, comprobando tras cada una de ellas si el cuerpo extraño se ha desencajado.
Si fallan las compresiones interescapulares, pasaremos a realizar la maniobra de Heimlich. Incluso podríamos alternar los dos tipos de compresiones.
Si no tenemos éxito, la víctima perderá la conciencia.
Este procedimiento se puede realizar incluso en niños de pocos años de edad.
– OVACE con inconsciencia:
Si la víctima se encuentra inconsciente, tras haber demostrado signos de ahogamiento por una OVACE, lo trataremos como un paro cardiorespiratorio. Por lo tanto, procederemos a realizar la reanimación cardiopulmonar.
La maniobra de Heimlich
Tiene como objetivo aumentar la presión dentro del tórax para así tratar de mover el cuerpo extraño que está obstruyendo la vía aérea. Para ello, realizaremos una fuerte compresión abdominal que hará que aumente la presión dentro del tórax.
Técnica
– Ponerse detrás de la víctima y colocar los brazos en torno a su cintura.
– Cerrar el puño de una mano, colocando el pulgar contra el abdomen de la víctima, ligeramente por encima del ombligo y lo más alejado posible del esternón. Este puño se agarra con la otra mano, y se realizan compresiones contra el abdomen de la víctima, rápidamente y empujando hacia arriba (el movimiento es hacia arriba y hacia adentro a la vez).
– Se repetirán las compresiones hasta que el cuerpo extraño sea expulsado o hasta que la víctima pierda la conciencia. En este último caso, pasaríamos a realizar la RCP.
– En mujeres embarazadas y personas muy obesas, las compresiones no serán abdominales, sino torácicas, y solo realizaremos el movimiento hacia dentro, no hacia arriba.
– En lactantes, a los cuales podemos mover con relativa facilidad y voltear entre nuestros brazos, las compresiones serán interescapulares y torácicas, alternadas, y se realizarán sosteniendo al niño sobre uno de nuestros brazos, y con un dedo (el corazón o el índice) dentro de la boca, para mantenerla abierta. Con la otra mano realizaremos las cinco palmadas interescapulares, voltearemos al niño manteniéndolo sobre nuestro brazo y le aplicaremos 5 compresiones torácicas. Cada 5 compresiones comprobaremos si el cuerpo extraño se ha desencajado. El proceso se repite hasta que el cuerpo extraño es expulsado o el niño queda inconsciente, momento en el cual pasaríamos a realizar la RCP según se ha descrito.
Maniobra de Heimlich en lactantes
Fernández-Villacañas, Martín, María Dolores, et al. Primeros auxilios, Macmillan Iberia, S.A., 2013. ProQuest Ebook Central
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